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El lenguaje es el instrumento de la inteligencia:
no lo desafines.
Language is the instrument of intelligence:
keep it tuned.

viernes, 23 de abril de 2010

La "importancia" del inglés en España.


Desde que la insignias se llaman pins, los maricas gays y las comidas frías lunchs, este país no es el mismo: ahora es mucho, muchísimo más moderno.
Antaño, los niños leían tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business, y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper.
Yo, en el colegio, hice aerobic muchas veces, pero tonto de mí, creía que hacía gimnasia. Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor.
Evidentemente, no es lo mismo decir bacon que panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni inconveniente que handicap… Desde ese punto de vista, los españoles somos modernísimos.
Ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings. Sacamos tickets, compramos compacts, comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el rafting, en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos los mocos con kleenex.
Estos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto. Las mujeres no usan medias, sino panties y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips, y sueters, y después de afeitarse se echan after-shave, que deja la cara mucho más fresca que el tónico.
El español moderno ya no corre, porque correr es de cobardes, pero hace footing… eso sí, con nike; no estudia, pero hace masters y nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking. El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón, el ranking y el representante, el manager.
Los importantes son vips, los auriculares walkman, los puestos de venta stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters y hasta nannies cuando el hablante moderno es, además, un pijo irredento.
En la oficina, el jefe siempre está en meetings o brainstorms, casi siempre con la public relations, mientras la assistant envía mailings y organiza trainings; luego se irá al gimnasio a hacer body-fitness y se encontrará con todas las de la jet, que vienen de hacerse liftings, y con alguna top-model amante del yoghourt light y el spinning.
El arcaico aperitivo ha dado paso a los cocktails, donde se hartan a bitter, snacks y a roast-beef, que, aunque parezca lo mismo, engorda mucho menos que la carne.
En la tele, sin ir más lejos, trabajan en un magazine, no en un programa, y cuando el presentador dice varias veces la palabra OK y baila como un trompo por el escenario la cosa se llama show, bien distinto, como saben ustedes, del anticuado espectáculo; si el show es heavy es que contiene carnaza y si es reality parece el difunto diario El Caso. Entre medias, por supuesto, ya no ponen anuncios, sino spots que, aparte de ser mejores, te permiten hacer zapping.
Estas cosas enriquecen mucho. Para ser ricos del todo, y quitarnos el complejo tercermundista que tuvimos en otros tiempos, sólo nos queda decir con acento americano una de las pocas palabras que el español ha exportado al mundo entero: la palabra SIESTA.
Espero que os haya gustado… yo antes de leerlo no sabía si tenía stress o estaba hasta los cojones.

3 comentarios:

Filóloca dijo...

Este texto no es mío, aunque tiene modificaciones hechas por mí, y todos mis alumnos lo conocen.

Filóloca dijo...

"Footing" con el significado de jogging o running no es inglés, es una invención española (como parking -parking lot, car park- puenting o la compañía aérea Vueling). Footing existe, pero como "equilibrio".

Filóloca dijo...

La palabra "tupper" viene de "Tupperware", y es una marca comercial, pero, al igual que los Kleenex, son tan famosas que se han convertido en nombres comunes.